ANDALUCÍA
Denominaciones de Origen
Vinos de la Tierra Indicaciones Geográficas autorizadas
Vino de Andalucía
Andalucía tiene una tradición milenaria en el cultivo de la vid y en la elaboración de vinos que han gozado de gran prestigio y fama en todo el mundo. Los vinos andaluces pertenecen a una estirpe de vinos antiguos como los oportos, los madeiras o los marsalas, nacidos en los siglos XVI y XVII con el auge del comercio marítimo.
El sector vitícola andaluz se orienta hacia la producción de vinos de calidad .Tradicionalmente, los vinos más característicos han sido los generosos y los dulces, elaborados mediante procesos de criaderas y soleras. Son generosos en alcohol pero también delicados. Su enorme diversidad, dentro de un estilo propio, es una de las características actuales en su producción: finos y manzanillas, amontillados, olorosos, palo cortado, dulces y moscateles, etc.
Más del 70% de los viñedos de Andalucía están amparados por alguna de las ocho denominaciones de origen establecidas: Condado de Huelva, Jerez, Málaga, Manzanilla-Sanlúcar de Barrameda, Montilla-Moriles, Sierras de Málaga Denominación de origen protegida vino de calidad de Lebrija y Vino Naranja del Condado de Huelva. Además, existen 16 indicaciones geográficas con derecho a la mención tradicional Vino de la Tierra y con mención Vino de Calidad.
También existen otros vinos históricos no amparados bajo denominación de origen o indicación geográfica alguna, como son la Tintilla de Rota, el Pajarete y el Moscatel de Chipiona. Asimismo en Andalucía es importante la producción de vinagres y aguardientes, algunos de ellos con denominación de origen propia, como el Vinagre de Jerez y el Brandy de Jerez.
Además a través del Programa de Apoyo al Sector Vitivinícola Español el sector recibe apoyo financiero por parte de la Comisión Europa a través de fondos FEAGA para hacer que nuestras explotaciones sean cada vez más modernas y competitivas adaptándose las producciones a las demandas de los mercados. Para ello se establecen ayudas a la promoción de vinos en países terceros, ayudas a la reestructuración y reconversión de viñedo, ayudas a inversiones, ayudas a innovación en el sector vitivinícola y ayudas a la destilación de subproductos. Asímismo, aunque no están puestas en marcha, dentro de este programa se contempla la posibilidad de incluir ayudas a la cosecha en verde en casos de graves desequilibrios de producción en el mercado, así coo ayudas para la replantación por motivos sanitarios y fitosanitarios en caso de sobrevenir enfermedades declaradas oficialmente que pudieran afectar a una parte del territorio.