Vinos únicos de viñedos excepcionales
De un patrimonio de viñedos excepcionales de la Sonsierra nacen vinos únicos que transmiten la esencia de cada terruño, la expresión del Tempranillo en perfecta confluencia con el clima, el suelo y la mano del hombre. El resultado es una colección de joyas enológicas que nacen con vocación de perdurar en el tiempo.
Cinco generaciones de tradición vitivinícola
Desde 1870, a lo largo de cinco generaciones, la familia se ha dedicado al cultivo de las viñas y a la elaboración y crianza de los mejores caldos de Rioja. Manteniendo vivos el conocimiento y la tradición, los han sabido transmitir de padres a hijos adaptándolos siempre a los avances tecnológicos y al respeto por la tierra y la vid.
El sello personal e inconfundible que la familia imprime en la elaboración de sus vinos conlleva un afán diario de superación y una pasión por el buen hacer: desde la exigente búsqueda de las mejores condiciones previas para el cultivo del viñedo hasta la puesta a disposición del amante del buen vino.
La familia y sus bodegas gozan de prestigio nacional e internacional, ámbitos en los que han sido merecedores de distinciones y premios.
Complicidad con la tierra
La calidad de los grandes vinos no es fruto del azar. Requiere del esfuerzo, del conocimiento y la pasión, a la par que la generosidad de la tierra y la complicidad del clima. Nada es predominante, pero todo es esencial para elaborar vinos reconocidos internacionalmente. Éste es el resultado del trabajo de una familia cuya filosofía, transmitida de generación en generación, es devolver a la tierra todo lo bueno que ésta les ha dado a través de la esmerada elaboración de sus vinos.